El ghee es una especie de mantequilla clarificada, pues consiste en separar los contenidos lácteos de la grasa de la mantequilla (sin sal) obteniendo de esta manera un aceite muy nutritivo para la salud apto para cocinar (resiste altas temperaturas) y lo mejor sin grasas trans (que tiene la margarina).
Entre sus propiedades destaca el alto contenido de vitaminas liposolubles (A, E, D, K), por lo cual ayuda a la absorción de nutrientes de otros alimentos. Contiene además ácido butírico (antiviral y anti-cancerígeno) y promueve el rejuvenecimiento y longevidad (se puede utilizar directamente en la piel).
Se recomienda en personas alérgicas a la proteína de la leche de vaca o intolerantes a la lactosa, lubrica las articulaciones, No aumenta el colesterol, a diferencia de la mantequilla y su aporte calórico es de 112 calorías en 30 gramos.
Preparación del Ghee:
Ingredientes:
500 gramos de mantequilla sin sal (sin sal)
Calentar la mantequilla en una olla (sin agua), hasta derretir a fuego bajo (se puede utilizar un tostador para evitar ebullición). Cuando comiencen a aparecer partículas blancas en la superficie, retirar con la ayuda de una cuchara hasta eliminarla por completo (es una especie de espuma). Debería quedar como producto final un líquido amarillo color “oro” transparente.
Una vez finalizado este proceso debes colar el ghee; en un recipiente de vidrio ponemos una bolsa para filtrar (como las que se usan para las leches vegetales) y vertemos todo el contenido.
Luego puedes envasar y utilizar en tus comidas. No necesitas refrigerarlo!
