Estamos convencidos respecto a la importancia de disfrutar la comida de manera sencilla, como parte de la vida, incluyendo todas las funciones sociales que giran al rededor de preparar y celebrar el sustento y la red de vida de la que formamos parte como algo natural y necesario. Sin embargo, existen relaciones difíciles con la comida, experiencias traumáticas que nos puedan desencadenar obsesiones,  distorsiones respecto a nuestra imagen corporal, que acarrean sufrimiento y baja autoestima.

Es por ello que el apoyo psicológico es un proceso terapéutico necesario para cuando nuestro sentir nos genera sensaciones negativas y en base a ello es que el acompañamiento bien guiado desde un profesional afín como parte de un equipo médico alineado en base a un propósito es fundamental.